El jazmín del cabo, también conocido como gardenia, es un arbusto perenne valorado por sus flores blancas y fragantes, con hojas verde oscuro brillantes y de forma ovalada o lanceolada. Prefiere pleno sol o semisombra, necesita un suelo ácido y bien drenado, y requiere riego frecuente, especialmente en verano. Es sensible a las heladas, por lo que se recomienda protegerla en invierno o cultivarla en maceta.

Características principales

• Flores: Blancas, muy fragantes, solitarias o dobles. Aparecen desde la primavera hasta el verano, aunque pueden florecer todo el año en climas cálidos (por encima de 15°C).
• Hojas: Ovaladas o lanceoladas, brillantes y de color verde oscuro.
• Porte: Arbusto perenne que puede alcanzar 1 a 2 metros de altura.
• Origen: Sur de China y Japón.

Cuidados

• Luz: Necesita sol o semisombra. El sol directo del mediodía puede quemar sus hojas y brotes.
• Suelo: Ácido, fértil y bien drenado. Es importante que el sustrato retenga la humedad sin encharcarse.
• Riego: Frecuente, sobre todo en verano (cada 4-5 días), y semanal en invierno. Se debe evitar que el sustrato se seque completamente.
• Poda: Se recomienda retirar las flores y ramas marchitas para estimular la floración y evitar enfermedades. Una poda de invierno puede ayudar a la floración del año siguiente.
• Heladas: Es sensible a las heladas. En zonas frías, es mejor cultivarla en maceta para poder resguardarla o cubrirla con tela anti-heladas.
• Abonado: Se puede fertilizar durante la primavera y verano, preferiblemente con abonos específicos para gardenias.

Otros aspectos

• Sensibilidad: No le gusta que la muevan una vez que se establece, por lo que se recomienda dejarla en un lugar fijo si es posible.
• Plagas: Puede ser atacada por pulgones y cochinillas. Se puede prevenir fumigando de forma preventiva.