El girasol (Helianthus annuus) es una planta anual herbácea conocida por su gran cabeza floral, que se orienta hacia el sol, y por su tallo alto y robusto, de hasta 3 metros. Sus características incluyen hojas grandes y ásperas, una flor con lígulas amarillas exteriores y un centro de flores tubulares oscuras, y la producción de aquenios (semillas) oleaginosas y comestibles. Originario de América del Norte, el girasol se adapta a diversos climas templados y se cultiva mundialmente, siendo apreciado por su aceite y por su valor ornamental. 

Características generales

• Tipo de planta: Es una planta anual, es decir, completa su ciclo de vida en un solo año.
• Tallo: Crece recto y alto, a menudo de 1 a 3 metros, y puede ser áspero al tacto.
• Hojas: Son grandes, alternas, con forma de corazón (cordadas) y un margen serrado.

La flor

• Inflorescencia: Se agrupa en un gran capítulo o cabezuela.
• Componentes: Las flores del borde son amarillas, con forma de lengüeta (liguladas), mientras que las del centro (flósculos) son tubulares y de color negro o marrón.
• Orientación: La flor es famosa por el heliotropismo, que es el movimiento de seguir la posición del sol.

Los frutos

• Formación: De los ovarios de las flores centrales surgen los frutos en forma de aquenio.
• Semillas: Son las pipas de girasol, que son oleaginosas y se utilizan para extraer aceite y también se consumen como alimento.

Requerimientos ambientales

• Clima: Es muy adaptable y se desarrolla bien en climas templados, tolerando moderadamente la sequía y las bajas temperaturas.
• Suelo: Prefiere suelos profundos, bien drenados y ricos en nutrientes.

Origen y cultivo

• Origen: Es originario de América del Norte y México.
• Cultivo: Su cultivo se ha extendido globalmente, especialmente para la producción de aceite, a partir de su introducción en Europa en el siglo XVI.